Aclaración: no estoy doctorado en medicina. Me llaman así porque me gusta mucho la música y tengo mucha inquietud por cosas nuevas. Y bueno, exageran un poco al decir que soy un diccionario musical andante, y lo de "doctor" viene porque me gusta recetar música a mis amigos. Nunca me cansaré de escuchar nuevas músicas, cantantes sorprendentes y grupos rompedores. Aquí trataré de ofreceros lo mejor.
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sábado, 3 de marzo de 2007
FÉLIX SLIM Y SU BLUES DEL MISSISSIPPI
FÉLIX SLIM ATRAPÓ EL ALMA DE ROBERT JOHNSON
Me he levantado hoy con una resaca de blues de esas que hacen época, y sólo me falta escuchar a Robert Jonson, a falta de un disco de Félix Slim, que todavía no he podido escuchar. Fue una pena que no me llevara la cámara de fotos para poder captar la magia de este momento, y quién sabe, igual capturo el alma de un antiguo genio del blues entrando en el cuerpo de este andaluz.
Pues bien, lo que vimos ayer, pocas veces se ve en el Residence. Fue un espectáculo digno de actuación callejera de las mejores, este excelente bluesman natural de Ceuta y afincado en Cádiz, llamado Félix B. Amieva “Slim” (Delgado), que si vais a la página web personal, entenderéis porque tiene el nombre artístico de “Slim” (no se nota mucho su acento andaluz), es una mezcla de acento de la Pampa argentina, el delta del Mississippi, y finalmente un acento andaluz bastante atenuado, ¿será el blues?, ¿será el espíritu de Robert Johnson?, ¿será el café?, ¿será la cerveza? Pues no, señores; estamos ante un pedazo de bluesman de pies a cabeza, con una guitarra acústica colgada al hombro y una armónica a veces, nos deleitó con temas clásicos del blues como Black Train Song, Sweet Home Chicago, y otras maravillas que me perdí porque tenía que irme a otro sitio. Hubo dos pases. El primer pase lo vi entero. El segundo pase tuvo sus momentos buenos y otros momentos no tan buenos (ajenos al concierto).
De vez en cuando llega algún pesadito o maleducado, o petardo, o como queráis llamarlo, que sabía mucho más que Félix Slim, o al menos eso creía él, llegó ya bastante cocido el individuo en cuestión e interrumpió el concierto varias veces, pidiendo una y otra vez a Félix que tocara rock and roll, cosa que Félix hizo a su manera, tocando de la manera más endiablada que sabía, y así lo hizo, tocando muy rápido y rasgando las cuerdas de forma violenta con esos dedos delgados que tiene (así es como debe ser para tocar la guitarra; tiene unos dedos perfectos para tocar una guitarra). Casi al final del concierto, tocó una pieza de blues a capela con armónica y voz, y cuando cantaba a través de la armónica, daba la impresión de estar escuchando un antiguo disco de pizarra con una voz poseída por el demonio del blues. En esta canción sonaba entre un sople de armónica y otro, una voz pastosa y negra, que ponía los pelos como escarpias, ya que aprovechaba el aire que salía desde la armónica hasta el micrófono y hacía un efecto muy bonito. Visitad la página de este hombre http://www.felixslim.sitio.net/ que merece la pena, para ver las colaboraciones que ha tenido con artistas de todo el mundo, ya que ha tocado en muchos festivales de blues.
Entre canción y canción nos dio unas lecciones de los problemas que acarrean las mujeres, y alguna que otra fémina no se lo tomó muy bien; y es que el blues está más bien hecho para hombres, ¿será porque sufrimos por ellas? Sólo faltó la participación de Lorena Berdún y un filólogo inglés para hablarnos del contenido sexual de las letras de las canciones que tocó Slim en el concierto para explicarnos los temas erótico-festivos algunos, otros sexuales, otros muy sexuales, otros explícitamente sexuales, y bueno, ya otros definitivamente incendiarios. Vamos que tocó el problema vasco, que es mucho hablar y poco follar, que es lo que pedía a gritos Félix. ÉSTE ES EL GRAVE PROBLEMA VASCO... que Julio Médem, se olvidó de citar en la película “La pelota vasca”, que yo le cambiaría el nombre utilizando una palabra argentinizada –LOS PELOTUDOS-.
A otra cosa, que no pudimos ver la figura asidua de Residence, ese hombre imprescindible en cualquier recital de blues del delta, es ese pedazo de serruchista, que ayer no pudimos ver en su plenitud... Es una pena amigos... Me dijo Manu que se pasó por allí y ayer no tenía el ánimo para tocar y acompañar a Félix y a su sombra, que no vimos por ninguna parte, pero que se intuía, era una sombra de un viejo bluesman atrapado dentro de un gramófono, y que como el genio de la lámpara sale del gramófono, para cumplir nuestros deseos. Por el momento, ha sido el mejor concierto que he visto en Residence este año, una verdadera maravilla y revelación, gracias Félix por tu sinceridad y honestidad musical, y no hace falta que te diga lo bueno que eres, me has impresionado gratamente.
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