NASHVILLE PUSSY EN EL CAFÉ ANTZOKI DE BILBAO DÍA 8-12-2006
Existe el colesterol bueno y el colesterol malo. Existe el ruido bueno y el ruido malo. Los chicos y chicas de la bandera confederada volvieron a Bilbao con una fuerza y un éxito inusitados. El llenazo ayer día 8 de diciembre de 2006 fue de los más "heavies" que he visto en el Antzoki. La programación del concierto ponía que iba a empezar a las 21:30 h. pero dio la casualidad que por razones de la organización o porque no estamos en Londres, el concierto empezó una hora más tarde. Bueno, quiero decir que abrieron las puertas, más o menos a esa hora, mientras los Nashville se estaban poniendo como una moto en los camerinos.
Bueno, para empezar no puedo comentar mucho sobre todos los temas de los Nashville Pussy, porque sólo tengo uno de los discos de ellos, que es el primero del año 1998 que lleva como título -Let Them Eat Pussy- y en la portada aparecen las dos chicas del grupo con las tetas casi fuera y dándoles de mamar a dos maromos que a juzgar por sus pestorejos serán boxeadores, luchadores o porteros de discoteca, y se lo están pasando pipa haciéndoles un trabajito bucal ahí abajo donde más les pica. Si tenéis el original, os deleitaréis con una foto más en detalle a modo de poster con las firmas de las dos chicas, la bajista y la guitarrista, para sus más cachondos fans. En este disco tenían otra bajista "Corey Parks", más macarra que la que tienen ahora, hacía numeritos en directo de faquir con una antorcha y su boca en el momento más álgido del concierto para hacer eyacular a más de uno; menuda fiera...
Lo que más esperaba en el concierto que vi ayer, fue la manera de tocar de la nueva bajista "Karen Cuda", en apariencia más modosita, pero desde luego mucho mejor bajista que la otra. En esta ocasión la formación del grupo es la siguiente: Blaine Cartwright - guitarrista y vocalista/Ruyter Suys - guitarra solista y coros/Jeremy Thompson - batería/Karen Cuda - bajo y coros. Pues bien, el concierto empezó con una introducción larguísima a base de ruidos rockandrolleros varios, crearon en la audiencia un ambiente más expectante todavía, y la verdad que se hizo eterno, hasta que empezaron en serio a tocar la primera canción. El incombustible batería que lucía unas barbas de gurú de la India que me dejaron con la boca abierta y sus pelos por delante de la cara, era casi imposible adivinar su expresión, pero si era posible adivinar por qué es el mejor baterista posible para Nashville Pussy. En cuanto al cantante Blaine, en su línea, aullador a más no poder, borracho como una cuba, dejaba y cogía su guitarra con una facilidad pasmosa, mientras jugaba con el pie de micro y su gorra militar verde e invitaba al alcoholismo a la peña con una botella de Jack Daniels en la mano. Hay una persona que si no estuviera en este grupo sería la muerte de los Nashville Pussy, es la guitarrista solista, una fenómena, se movía por todo el escenario, arrodillándose, tumbándose, sacando la lengua a la gente de forma obscena, y tocando unos solos que te dejaban sin respiración, "también bebió mucho Jack Daniels y lo que no es Jack Daniels"; en fin, una sudada de impresión se le veía en sus incipientes tetorras que no dejaban de moverse arriba y abajo, y para finalizar la bajista guapa donde las haya, enseñando su inmenso bajo como si de un enorme falo se tratara, movía la mano, arriba y abajo, abajo y arriba, y su trabajo fue excelente.
Uno de los momentos álgidos del concierto fue cuando empezaron a tocar su éxito internacional: GO MOTHERFUCKER GO!, todo un himno de la irreverencia pussyniana. Hubo un momento que preguntó Blaine a la gente, en inglés, si sabíamos lo que significaba Nashville Pussy, y si nos importaría degustar uno. Bueno, si tenéis un diccionario de inglés a mano, buscáis la palabra "Pussy", porque Nashville es una ciudad norteamerica del Estado de Tennessee, de donde se trajeron unas cuantas cajas de Jack Daniels para aguantar la dura gira por España. No sólo se lo bebían, sino que también lo tiraban al público pulverizando con sus bocas el alcohólico elemento: entre las rayas, los porros, los Jack Daniels, estábamos bien arreglados, la gente no paraba de mover los pies, la cabeza, el culo, las tetas, hasta las pestañas se movían. Otro de los momentos álgidos del concierto fue la advertencia SHOOT ME FIRST AND RUN LIKE HELL, un aviso de que si no les matas, ya puedes correr como el demonio. Para acabar en los bises, y después de unos cortos 75 minutos de concierto, la última canción que tocaron fue el clásico de los AC/DC - You Shook Me All Night Long, fue cuando la gente empezó a dar botes y a sonreír por doquier. Entre medias se tocaron casi la mitad del primer disco, canciones como "Snake Eyes", "I'm The Man", "5 Minutes To Live", "First I Look At The Purse". Hubo unos fallos bastante gordos de afinación durante el concierto, debido a la intensidad al rasgar las cuerdas, se aflojan y pasa lo que pasa...
Bueno, ya estoy pensando en mi próxima compra, que fijo que será algún dvd que encuentre de los Nashville Pussy. Y si un día no tenéis un saco de boxeo a mano, os ponéis un disco de Nashville Pussy y a descargar tensiones.
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