IGGY POP AND THE STOOGES – Raw Power (1973)
Quién se queda indiferente ante un personaje llamado Iggy, Iguana, Iggy Pop. Ese tío con nervios y músculos que no para quieto. Ese tío que se queda solo brincando en un escenario. Tiene hendiduras en la cara de la caña que se ha metido en toda su vida. Pero es un cantante que transmite pasión, que transmite ganas de destrozar la pared de cartón piedra que tenemos delante de nuestras narices. No hay chorradas que puedan decirme de Iggy Pop. Sigue siendo una leyenda, y con este disco que tengo entre mis manos voy a demostrarlo.
Raw Power: un disco visceral. Ante todo ruidista. Lleno de vicio, de sexo, violencia. Y esa voz insistente rugiendo entre todo ese ruido, y logra que se oigan sus gemidos incesantes. Es un disco de 1973. Los únicos 3 discos que tiene Iggy Pop con The Stooges, son 3: “The Stooges”, “Fun House” y éste “Raw Power”. Una diferencia sustancial en el tiempo. Primer disco del año 1969, segundo disco 1970, y para grabar el material de Raw Power 3 años más, con un sonido verdaderamente desastroso, pero ciertamente no lo cambio por nada. Y aunque se ha hecho una restauración de la grabación, sigue sonando igual de guarro.
Todo hay que decir que el desaguisado está perpretado por David Bowie, que fue el encargado de hacer la mezcla, y la alquimia salió peligrosa e inestable. Pero sigo diciendo que amo este disco. Tiene unos solos de guitarra que me ponen el vello de punta. Eso sí, hay que tener cuidado con el volumen de este disco; en el que están descompensados el sonido del bajo y la guitarra solista. Forman un barrilón, tal que al ponerlo en casa podemos hacer que exploten los cristales en añicos.
Vamos a destripar el disco canción por canción. Se dividen en dos clases: canciones punkis en exceso, y medios tiempos orientados al blues más salvaje. Empezamos con un tema que es ya una insignia, solamente por el título “Search and Destroy”, como si de un caza militar se tratase, nos dedica unos acordes iniciales para tirarnos al suelo y pisotearnos. Esta canción habla básicamente de un individuo que va dando tumbos por las calles, es el personaje olvidado y como una avispa es el que va inyectando el veneno del descontento, una especie de superhéroe disfrazado de vicioso y drogadicto; la verdad que consigue inquietarme.
Seguimos con más peligros y disgustos, porque en este disco el guitarrista tradicional –Ron Asheton- se ha trasladado al bajo, ya que en este trabajo no está Dave Alexander, y ha sido sustituido por James Williamson, otro animal vestido de cuero negro. En este trabajo, The Stooges se visten como las putas, acompañando al excéntrico Iggy que hace lo propio con todo tipo de ropas reflectantes, pelos de colores y esa delgadez que siempre le acompaña. Decía que seguíamos con el peligro en el cuerpo, porque la segunda canción se llama “Gimme Danger”, una canción que habla del extraño que todos llevamos; Iggy extrapola su propia personalidad dañina, y hace de alfombra virtual, para que otro ser inhumano, le pisotee las tripas.
Tercer tema: “Your pretty face is going to hell”, originalmente titulada “Hard To Beat”. Una vorágine de sonido caótico, acorde con el album, que trata sobre una dulzura de mujer salida del mismísimo infierno, a la que Iggy hace un homenaje; lo que vulgarmente se llaman mujeres de la calle, o Burning llamaban “la mujer fatal”. Simplemente Iggy, hace un homenaje a la trabajadora de “pollas”, instándola a irse al infierno de donde ha venido. Posiblemente una canción difícil de bailar.
Cuarto tema: “Penetration”. Esta canción por lo menos, se puede bailar, que ya es algo. Un ritmo heavy con sonido punk y un ambiente bastante sexy, lleno de gemidos y exageraciones vocales del hombre de la boca kilométrica y movimientos involuntarios. Seas chico o chica, creo que le da igual a Iggy y se tumba, y le encanta que le penetren una y otra vez. No hay duda de que le gusta, cuando repite: penetrate me!!!!
Quinto tema: y es el que da título al disco –Raw Power-. Seguimos en el terreno pedregoso y ruidista del disco y nos invita a suicidarnos machacando nuestra cabeza jugando con una pelota del ritmo en nuestra cabeza. Y es lo más sorprendente. La canción sigue teniendo ritmo. En realidad es una canción para bailar, no es como la lambada exactamente, pero para el oído instruido, y siendo un niño grande puedes comprender el mensaje. Muévete de la manera más conpulsiva posible y asunto concluido.
Quizá con “Gimme Danger”, “Penetration”, y la sexta canción del disco “I Need Somebody”, éstos son los pilares del disco, que la verdad tiene pocos. Es un disco mítico, porque enseñó una manera de hacer música, el vicio y la música unidos en un disco irrepetible. Se puede decir que este tema es un blues disfrazado; la única canción donde se filtra algún sentimiento positivo del tío de la cara cortada. Una invitación a la unión por compasión. Trata de un tío tirado que pide el amor de otra persona, contando que es un sinvergüenza sin remedio, pero paradójicamente sólo cuando canta esta canción, es alguien con sentimientos. Todo un universo, metido dentro de varios universos.
En el séptimo tema, llegamos al séptimo orgasmo. Una canción que hace un juego de palabras equiparando “Sex-apeal” con el título de la canción “Shake-apeal”. Una canción llena de ritmo pornográfico. Invita a mover la cadera y dejarse llevar por los aullidos del vicioso, y los músicos haciendo el animal a la par.
Octavo y último tema: y como llegamos al final, y no puede ser de otra forma, vamos a acabar de la forma más horrible. Vamos a acabar dándonos la ostia contra una pared o contra el suelo. Si alguien ha quedado vivo después de este disco que levante la mano, si todavía no se ha caído por la impresión de que nos azoten, nos den por el culo, nos pique todo el cuerpo de sudar, y nos lloren los ojos por toda la reacción caótica en nuestro cerebro. Llegamos al viaje final: “Death Trip”. Con acordes fuertes y exagerados, destrozamos cualquier esperanza que teníamos de que Iggy Pop puede tener sangre pura en sus venas.
Este disco, es como un chute de droga dura. Si no estás preparado no puedes escuchar este disco. Es demasiado duro de escuchar. Y si estás preparado es como una galleta amarga que te gusta saborear rápido para que no te queme, ese regustillo amargo que te queda en forma de hormigueo en los brazos, y te sube hasta las sienes, y hace que se te abran los ojos de par en par; ahora voy a relajarme escuchando el primer disco de Stooges.
Quién se queda indiferente ante un personaje llamado Iggy, Iguana, Iggy Pop. Ese tío con nervios y músculos que no para quieto. Ese tío que se queda solo brincando en un escenario. Tiene hendiduras en la cara de la caña que se ha metido en toda su vida. Pero es un cantante que transmite pasión, que transmite ganas de destrozar la pared de cartón piedra que tenemos delante de nuestras narices. No hay chorradas que puedan decirme de Iggy Pop. Sigue siendo una leyenda, y con este disco que tengo entre mis manos voy a demostrarlo.
Raw Power: un disco visceral. Ante todo ruidista. Lleno de vicio, de sexo, violencia. Y esa voz insistente rugiendo entre todo ese ruido, y logra que se oigan sus gemidos incesantes. Es un disco de 1973. Los únicos 3 discos que tiene Iggy Pop con The Stooges, son 3: “The Stooges”, “Fun House” y éste “Raw Power”. Una diferencia sustancial en el tiempo. Primer disco del año 1969, segundo disco 1970, y para grabar el material de Raw Power 3 años más, con un sonido verdaderamente desastroso, pero ciertamente no lo cambio por nada. Y aunque se ha hecho una restauración de la grabación, sigue sonando igual de guarro.
Todo hay que decir que el desaguisado está perpretado por David Bowie, que fue el encargado de hacer la mezcla, y la alquimia salió peligrosa e inestable. Pero sigo diciendo que amo este disco. Tiene unos solos de guitarra que me ponen el vello de punta. Eso sí, hay que tener cuidado con el volumen de este disco; en el que están descompensados el sonido del bajo y la guitarra solista. Forman un barrilón, tal que al ponerlo en casa podemos hacer que exploten los cristales en añicos.
Vamos a destripar el disco canción por canción. Se dividen en dos clases: canciones punkis en exceso, y medios tiempos orientados al blues más salvaje. Empezamos con un tema que es ya una insignia, solamente por el título “Search and Destroy”, como si de un caza militar se tratase, nos dedica unos acordes iniciales para tirarnos al suelo y pisotearnos. Esta canción habla básicamente de un individuo que va dando tumbos por las calles, es el personaje olvidado y como una avispa es el que va inyectando el veneno del descontento, una especie de superhéroe disfrazado de vicioso y drogadicto; la verdad que consigue inquietarme.
Seguimos con más peligros y disgustos, porque en este disco el guitarrista tradicional –Ron Asheton- se ha trasladado al bajo, ya que en este trabajo no está Dave Alexander, y ha sido sustituido por James Williamson, otro animal vestido de cuero negro. En este trabajo, The Stooges se visten como las putas, acompañando al excéntrico Iggy que hace lo propio con todo tipo de ropas reflectantes, pelos de colores y esa delgadez que siempre le acompaña. Decía que seguíamos con el peligro en el cuerpo, porque la segunda canción se llama “Gimme Danger”, una canción que habla del extraño que todos llevamos; Iggy extrapola su propia personalidad dañina, y hace de alfombra virtual, para que otro ser inhumano, le pisotee las tripas.
Tercer tema: “Your pretty face is going to hell”, originalmente titulada “Hard To Beat”. Una vorágine de sonido caótico, acorde con el album, que trata sobre una dulzura de mujer salida del mismísimo infierno, a la que Iggy hace un homenaje; lo que vulgarmente se llaman mujeres de la calle, o Burning llamaban “la mujer fatal”. Simplemente Iggy, hace un homenaje a la trabajadora de “pollas”, instándola a irse al infierno de donde ha venido. Posiblemente una canción difícil de bailar.
Cuarto tema: “Penetration”. Esta canción por lo menos, se puede bailar, que ya es algo. Un ritmo heavy con sonido punk y un ambiente bastante sexy, lleno de gemidos y exageraciones vocales del hombre de la boca kilométrica y movimientos involuntarios. Seas chico o chica, creo que le da igual a Iggy y se tumba, y le encanta que le penetren una y otra vez. No hay duda de que le gusta, cuando repite: penetrate me!!!!
Quinto tema: y es el que da título al disco –Raw Power-. Seguimos en el terreno pedregoso y ruidista del disco y nos invita a suicidarnos machacando nuestra cabeza jugando con una pelota del ritmo en nuestra cabeza. Y es lo más sorprendente. La canción sigue teniendo ritmo. En realidad es una canción para bailar, no es como la lambada exactamente, pero para el oído instruido, y siendo un niño grande puedes comprender el mensaje. Muévete de la manera más conpulsiva posible y asunto concluido.
Quizá con “Gimme Danger”, “Penetration”, y la sexta canción del disco “I Need Somebody”, éstos son los pilares del disco, que la verdad tiene pocos. Es un disco mítico, porque enseñó una manera de hacer música, el vicio y la música unidos en un disco irrepetible. Se puede decir que este tema es un blues disfrazado; la única canción donde se filtra algún sentimiento positivo del tío de la cara cortada. Una invitación a la unión por compasión. Trata de un tío tirado que pide el amor de otra persona, contando que es un sinvergüenza sin remedio, pero paradójicamente sólo cuando canta esta canción, es alguien con sentimientos. Todo un universo, metido dentro de varios universos.
En el séptimo tema, llegamos al séptimo orgasmo. Una canción que hace un juego de palabras equiparando “Sex-apeal” con el título de la canción “Shake-apeal”. Una canción llena de ritmo pornográfico. Invita a mover la cadera y dejarse llevar por los aullidos del vicioso, y los músicos haciendo el animal a la par.
Octavo y último tema: y como llegamos al final, y no puede ser de otra forma, vamos a acabar de la forma más horrible. Vamos a acabar dándonos la ostia contra una pared o contra el suelo. Si alguien ha quedado vivo después de este disco que levante la mano, si todavía no se ha caído por la impresión de que nos azoten, nos den por el culo, nos pique todo el cuerpo de sudar, y nos lloren los ojos por toda la reacción caótica en nuestro cerebro. Llegamos al viaje final: “Death Trip”. Con acordes fuertes y exagerados, destrozamos cualquier esperanza que teníamos de que Iggy Pop puede tener sangre pura en sus venas.
Este disco, es como un chute de droga dura. Si no estás preparado no puedes escuchar este disco. Es demasiado duro de escuchar. Y si estás preparado es como una galleta amarga que te gusta saborear rápido para que no te queme, ese regustillo amargo que te queda en forma de hormigueo en los brazos, y te sube hasta las sienes, y hace que se te abran los ojos de par en par; ahora voy a relajarme escuchando el primer disco de Stooges.
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