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viernes, 6 de marzo de 2009

GOLPES BAJOS: Todas sus grabaciones 1983/85 (2LP)



En esta recopilación se podría decir que está todo lo que necesitas si te quedas encerrado en una casa después de una violenta tormenta, y no tienes nada con lo que divertirte, sólo una vela encendida en medio de la mesa del salón, una tabla de incienso en el otro lado de la casa, un farolillo de petróleo en el balcón y un tocadiscos sonando Golpes Bajos.

Golpes Bajos es un grupo atípico dentro del panorama de la música española. Su sonido es sencillo y a la vez denso. Son cuatro músicos excelentes criados en las tierras de Vigo, que según ellos decían era muy aburrido entonces, lo que se dice una ciudad de provincias y obrera, con lo cual tuvieron que trasladarse en aquellos fabulosos días de los ochenta a la ciudad de Madrid.

Si decimos Golpes Bajos, nos sonará; pero si decimos Germán Coppini nos sonará al primer cantante de Siniestro Total en su álbum de debut “Cuándo se come aquí”, y también conocido por colaboraciones con otros músicos como Nacho Cano de Mecano; y alguna que otra banda sonora. Y cuando hablamos de Teo Cardalda nos viene a la memoria un músico de la cabeza a los pies, lo único que no me gusta de él es su salida de Golpes Bajos y su posterior fundación de Cómplices. Pero bueno, gustos aparte, el grupo Golpes Bajos creó una época, y con estos dos personajes geniales en el panorama español, formaron con Pablo Novoa y Luis García el cuarteto más fugaz del pop español.

El disco que tengo entre las manos, cayó en mi regazo un día que fui a buscar buena música española, olvidando aquellos cantantes casposos de los setenta, dígase José Vélez, dígase Elsa Baeza, dígase Ángela Carrasco… Excluyo a Cecilia, Nino Bravo y Camilo Sesto que son un punto aparte. Después de aquella coyuntura de afirmaciones románticas baratas, permanentes de peluquería y pantalones de campanas, vino una nueva forma de entender la música, que aglutinó toda la nueva ola, punk, pop y la cultura española musical hasta ese momento, cogiendo siempre lo mejor.

Este disco se llama “Todas sus grabaciones 1983-85” y tiene un montón de clásicos que están en la memoria colectiva de todos. Comenzando por “No mires a los ojos de la gente”, se puede decir que es una canción con la que me siento muy identificado, pero cuando era más tímido, uno aprende que hay que mirar a los ojos de la gente, fijamente o furtivamente para saber más de su interior.

La segunda canción “Estoy enfermo” es una canción que comienza con una caja de ritmos, como no podía ser otra, y tiene unos arreglos magníficos, un toque funky muy bailón, y la temática principal es la soledad, el estribillo es obsesivo y dice así: “estoy enfermo, cómo envejezco”. Y el ritmo que le va que ni pintado, y explica a la perfección lo que es el alma humana cuando se ve sola y acorralada. Se comienza a pensar que uno se hace viejo, aunque seas joven.

“Malos tiempos para la lírica” tiene la fuerza de la frase y la realidad que ello transmite. Con un inicio de caja de ritmos y un compás medio, hace de esta canción una de mis favoritas y más famosas de Golpes Bajos. Y comienza así: “el azul del mar inunda mis ojos, el aroma de las flores me envuelve, contras las rocas se estrellan mis enojos, y así toda esperanza me devuelve”. Por así decirlo, es la añoranza de los grandes literatos españoles, y me viene a la memoria Benito Pérez Galdós, o el mismo Pío Baroja.

La cuarta canción del disco va en el estilo acelerado que más le gusta al amigo Cardalda, encargado de las percusiones y teclados y a veces guitarras; al carecer de sección de vientos, Teo Cardalda hace lo propio con los sintetizadores. Esta canción va básicamente de la pérdida de un ser querido y de lo que le cuesta a todo el mundo a soltar lágrimas en público, siempre lo hacemos en privado, porque es una muestra de debilidad.

La quinta canción del disco se llama “Tendré que salir algún día”, y aquí prescindimos de toda la parafernalia instrumental y electrónica. Germán Coppini hace aquí una exhibición interpretativa y haciendo gala de su potencia vocal y de su singularidad en sus formas. Siempre ha sido un genio en esto de transmitir emociones a través de inflexiones de la voz. Y como si de una persona echada en la cama, solo y abatido en penumbras, Germán nos traslada a una habitación húmeda y oscura donde poder pensar sobre nuestro porvenir.

Canción sexta: “Escenas olvidadas”. Es quizá una de mis canciones favoritas por su ritmo latino y por su mensaje evocador. Palabras olvidadas y momentos mágicos, escenas olvidadas en nuestra cotidiana vida, pero de vez en cuando afloran y se convierten en canción. Una canción preciosa de amor, y unos arreglos de guitarra impresionantes. Qué decir de los arreglos de bajo, una verdadera maravilla.

Número 7: “Hazme un nueve”. Los toques de piano y vibráfono electrónico dan un toque añejo y evocador. Y trata sobre el recuperar a una persona antes querida y hablar con ella, y hacerle recordar todos los momentos buenos que pasaste con ella. Es cuando Germán Coppini se sale aquí, no sin la colaboración inestimable de Teo Cardalda a los coros, que le dan todavía más profundidad al “recuerda…”

En la octava canción del primer disco de este doble, me llamó la atención esta canción tan infantil y bonita, que está basada en el famoso cuento Hansel y Gretel. Todos los temas de Golpes Bajos tienen ese toque a tarde lluviosa volviendo de trabajar y viendo a la gente pasar sin pena ni gloria con su paraguas de doble varilla. Aquí vuelven a imponer ese estilo clásico con juguetes tirados y voces apagadas en las paredes.

Canción número nueve: yo no colecciono moscas y estoy igualmente loco. Así que cada uno encauza su locura como mejor pueda servir a la humanidad. De eso se trata al fin y al cabo. El coleccionar moscas, es como el que colecciona bonobuses, o colecciona cromos. Siempre hemos coleccionado cosas desde que somos pequeños, y nos gustaba mirar bichejos e incluso matarlos, pero va en la actitud humana más primitiva por desgracia, y quizá ése sea el verdadero sentido de la vida, el que nos ha impuesto la naturaleza en nuestro cerebro más primitivo y oculto. Y diréis, qué ha querido decir con esto, pues nada, que el hombre es básicamente primitivo, y esta canción confirma la otra faceta del hombre, que es sublimar cosas que otros animales no pueden. Nos gusta observar las cosas, coleccionarlas, y hacerlas inmortales. Y bueno, creo que todo el mundo conocerá la canción “Colecciono moscas”.

Como buenos gallegos no podían faltar ancestrales tradiciones de antiguos habitantes que no son gallegos precisamente; los vikingos, los lusitanos mezclados con esos vikingos y montón de etnias perdidas en el tiempo, pero todos ellos abrazando la creencia de otro mundo y otros seres que nos vigilan y forman parte de otro reino que de vez en cuando hacen aparición en los bosques de Galicia según los mitos de los lugareños. Es la Santa Compaña, una procesión de ánimas que se supone que si los ves, tú eres el siguiente en ir con ellos. De eso va la décima canción del primer cedé.

He hablado con un montón de gente sobre esta canción, que me parece soberbia, por toda la elaboración, la ejecución y su composición. Un heavy me dijo que no le gustaba el pop español y escuchó esta canción y le pareció un temazo. Es la canción número 11 del disco y se llama “Cena recalentada”. Y empieza así: “cena recalentada cuando llego tarde a casa, la imbécil de mi hermana que me pica y que se pasa. Es lo típico que solían decirte cuando llegabas tarde a casa: “¿dónde has estado? Mira qué facha… ¿Qué horas son éstas? Vete a la cama…

Creo que el peor tema del disco es esta versión de “Come prima”, que es el único tema no propio, y cantado en italiano, que la verdad no les pega nada. Viéndolo bien, igual algún día me pongo a escucharlo y me meo, pero bueno, esto de la música es como el cielo, nunca hay uno igual.

El número maldito 13, coincide con una canción atormentada. Una persona encerrada dentro de sus obsesiones, deprimida y presa de las furias y manías de su esposo, ella es “La reclusa”. Me llama la atención de los arreglos latinos y con una zambomba al fondo, y unos toques guitarreros de lo más atípicos para este tema. Es una pesadilla sonora reflejando la frustración de un hombre que sospecha que su mujer se la pega con otro.

El tema recurrente, además de la depresión y la reclusión dentro de uno mismo, es también la obsesión de ver vida dentro de las cosas inanimadas. Y Golpes Bajos tiene un temazo que me encanta, en la que ven una fiesta dentro de una tienda de moda por la noche. Los protagonistas son los maniquíes. Todos tenemos cierto temor a los autómatas, algunos más que otros, más que temor, en algunos casos es pavor y filia. Este tema habla sobre “La fiesta de los maniquíes”, y están ahí para venerarlos y no tocarlos.

SEGUNDO DISCO

Entramos en la parte más introspectiva y el universo de Golpes Bajos se vuelve más oscuro si cabe. Comenzando tenemos un instrumental como prólogo que no será otra cosa que un tema basado en la canción “Santos de devocionario”.

El sonido de Golpes Bajos se vuelve más preciosista, y tiene unos toques de sintetizador que me recuerdan a nubes de algodón. Y este tema “Desconocido”, es de lo más cotidiano, cuando acudimos a un amigo, y tenemos un vacío y queremos que ese alguien llene y palíe ese vacío. En realidad para eso valen las amistades, para cubrir nuestros espacios vacíos, esos de los que se hablaba en “The Wall” de Pink Floyd. Aunque en este caso sea la parte humana la que gane.

Otro de esos temas elegantes arrancan con unos toques de caja de ritmos que ya parecen otra cosa. Es lo más parecido a una batería normal. El tercer tema se llama “La virgen loca” habla sobre una abnegada madre que cuida de todos sus churumbeles, aplacando su mala leche cada día y trabajando como una esclava. Hay algunas cosas de Germán Coppini, con sus letras y sus palabras rebuscadas que me hacen mucha gracia, además de sus gemidos guturales que hace de vez en cuando, que sólo los entiende él, porque algunas veces quedan bien y otras no tanto.

Cuarta canción: “Ayes”, un tema sacado de una serie de policías de barrio y macarras incontrolados, guitarras sólidas, batería agresiva y sintetizadores casi de “Corrupción en Miami”.

Como si de una figura de madera hecha por un artesano que ama su arte, un personaje se recrea en esta canción, un muñeco lleno de heridas y girones. “Travesuras de Till” – canción quinta, basado en las aventuras de un personaje del folklore alemán llamado Till Eulenspiegel. Un tema triste y a la vez elegante: fácil de escuchar.

Y volvemos a los tormentos existenciales de la galaxia Golpes Bajos, hablando de esas creencias ancestrales basadas en el cristianismo. Y España es una nación vieja y con un largo padecimiento de religiones inquisitivas. Y esta canción lo refleja muy bien, la música más conducida a esas gentes desinteresadas que son ciertos curas y misioneros, verdaderos cristianos. Ellos “Santos de devocionario” y es el tema sexto, un tema lleno de enigma y misterio.

Otra versión divertida e igualmente larga con 7 minutos es el octavo tema, quizá este tema parece más elaborado en el tema del sintetizador electrónico. Coppini sigue con sus repeticiones vocales absurdas. El tema 8 es otra versión de “Las travesuras de Till”, más concisa y más lenta y quejumbrosa, quizá prefiero esta versión…

Sólo decir que Golpes Bajos no tiene mucha discografía. Destacar el primer disco “No mires a los ojos de la gente” y tres discos más: “A Santa Compaña”, “Colecciono Moscas” y “Devocionario”, sin contar claro está, con los sencillos. Y este disco que he comentado tiene todo lo principal, así que el que quiera descubrir a Golpes Bajos, que adquiera esta joyita si todavía lo tiene disponible, porque posiblemente estará descatalogado.

Os dejo varios links para los que no conocéis a este grupazo gallego.

COLECCIONO MOSCAS: http://www.goear.com/listen.php?v=106e01c

MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA:

http://www.goear.com/listen.php?v=b84906d

DESCONOCIDO:

http://www.goear.com/listen.php?v=7e06d0f

CENA RECALENTADA:

http://www.goear.com/listen.php?v=7e06d0f


1 comentario:

Sílvia dijo...

yo colecciono botones