Después de Los Temblores vienen Los Derrumbes, y después de un grupo instrumental viene un grupo a capela (el primer concierto a capela de Santiago Delgado & The Runaway Lovers), y Luis Punker cantando como un poseso (esto quiere decir algo: sólo por amor al rock and roll). Dios Salve a Elvis.
Es curioso lo que hacen los colores, los sonidos y los olores; te pueden volver loco, pueden hacer de ti un freak de puta madre, o pueden hacer que la noche más insignificante se convierta en una noche loca llena de gente rara pululando a tu alrededor. Derrumbe tras derrumbe, entre canción y canción, estuve moviendo el esqueleto con la infinidad de cuchillos sónicos atravesando el hiperespacio del New Rumm bilbaino.
Cuando el Racing de Santander tenía que venir a visitar al Athletic de Bilbao, también unos cántabros vinieron a pinchar la espinilla del placer musical, y dejar que el fútbol fuera algo secundario. Como bilbaino que soy no voy a hablar del Athletic ni tampoco voy a hablaros del Racing de Santander, ni tampoco hablaros de mi libro –porque todavía no he escrito ninguno. Estoy exultante de alegría tras haber visto un concierto enorme ayer sábado en el mejor sitio posible, justo, justo, justo donde las ondas herzianas son más potentes, al lado de un amplificador en su punto exacto de volumen.
El rock and roll nació de los suburbios de las ciudades de la postguerra de la segunda gran confrontación mundial, pero bueno, no os quiero aburrir con tecnicismos; sólo quiero deciros que el verdadero espíritu del rock and roll no ha cambiado y todas las variantes del rock and roll, se engloban dentro de lo que llamamos rock, aunque en la música surf, psicobilly, rockabilly, y un montón de freakismos por el estilo está muy presente la iconografía de aquella época convulsa que se dio en llamar “El nacimiento del rock and roll”, que los blancos adoptaron como suyo. Aunque Elvis chupara de la música negra, su música más elaborada que la de los artistas negros, enraizaba tanto con la juventud blanca como negra; todo esto evolucionó en pocos años y dio lugar a multitud de variantes, enrareciéndose toda esta pureza, y dando lugar a grupos como The Cramps y The Straycats.
Un montón de ropa colgada, luces de neón, unos contrastes de luz exagerados, unos escotes de impresión tras la barra con un precioso piercing en el canalillo, un montón de tupés, camisetas de tirantes, sudores, porros folares, y un montón de expectación eran los ingredientes iniciales de una sopa de letras que dio lugar a la música instrumental sin letras que mejor me ha sabido nunca. Un sonido cuidadísimo con unos punteos hirientes al más puro estilo Link Wray -¿se escribe así? (pincha al link)
http://www.youtube.com/watch?v=ya8vpzmppFM&feature=related
Sólo os puedo decir una cosa: hacía mucho tiempo que tenía como amigos a Los Derrumbes en myspace, me bajé su disco completito, y no me importa el decir que me aburrió bastante el disco; pero he de cambiar de opinión con respecto a ellos en cuanto al directo se refiere. Tienen todo lo que se puede pedir: potencia (todavía tengo los oídos temblando), amistades peligrosas que comparto (Igor, Gorka y todos los locos flotantes que nos juntamos por los bares de Bilbao), un compañero fotógrafo al que también le tengo entre mis amigos flickeros (Ramone Art), gusto por lo freak (véase las fotos con cosas como vídeos de Serge Gainsbourg y Brigitte Bardot, películas de serie B que nos invaden los marcianos, las comepollas del espacio, las vikingas se rebelan en Lesbos City, anuncios de juegos como “Juegos Simón”… Y un montón de historias con las que estuve riéndome por dentro y por fuera un buen rato), animalidad musical (me llamó la atención que a pesar de tener la megafonía prácticamente rota, fueran capaces de anunciar a los cuatro vientos cada tema pantanoso que tocaban con un par de huevos), y también: en un buen grupo de surf no puede faltar a la cita un saxofón sucio y sudoroso (un tío que me dijo al principio rebuscando entre todos los trastos musicales, chupas de cuero, nikis de rayas, cenizas de cigarros y algún cubata vacío en la mano, lo desordenado que puede llegar a ser un grupo de gandules rockers en el mundo despiadado del rock, alguien que gritó a viva voz –¡Habana con cola!- en medio del concierto). Y por fin hablar de la señorita que les acompaña a todos los sitios moviendo el esqueleto y recordando a las chicas que salen en las películas de Frank Sinatra y Jack Lemond, y también coincidiendo con el maremágnum de imágenes de los sesenta de chicas de la Costa Oeste de Estados Unidos.
Todo un reto salvado para estos monstruos de la música y de las juergas. Han pasado por Bilbao y guardaré un grato recuerdo de este concierto. Locura hasta el final y hasta el cierre del Bar.
www.flickr.com/photos/eldoctorrober
www.myspace.com/losderrumbes
http://www.myspace.com/tikisexgoddess
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